Uno de los elementos de importancia al atravesar momentos difíciles en las diferentes estaciones de la vida es no perder el gozo. Vale mencionar que en la televisión en los Estados Unidos un alto porcentaje de la programación son comedias. Hay comedias familiares, hay comedias para una audiencia más adulta, hay programas de entrevistas y están los Late Night shows que son sarcásticos. Cristela es uno de los favoritos de mi hija mayor y por las carcajadas desde el cuarto sé cuando está sintonizando ese programa. Por cierto se los recomiendo y de vez estamos apoyando a nuestros comediantes latinos.
La intención principal de estos pasos de comedia gira en como él/la o los personajes principales responden o en el más negativo de los casos reaccionan a las diferentes complejidades o situaciones que la vida les lanza en su diario vivir. De ahí los escritores tienen tela para crear un libreto ameno y cómico que él actor o actriz al interpretar según sus experiencias le dará su toque personal a ese personaje. El buen humor es un vehículo que ayuda a través de la risa a persuadir, a unir donde hay segregación, y a traer alivio donde hay dolor. Por otro lado está limitado pues luego de una persona estar expuesta a una continua serie de eventos desafortunados que suprimen su placer de disfrutar la vida (puedes ver un ejemplo en la historia del blog anterior), existe el riesgo de que ese dolor se convierta en amargura la cuál busca expresión en la forma de sarcasmo o un humor dañino. Esa no es la intención de Dios para tu vida. Lamento si con esto te desaliento a que no continúes viendo los shows tarde en la noche, pero tal vez no sea la vía más recomendable para tu salud emocional. Exponerte a programas sarcásticos, de chismes, de doble sentido, donde los productores se lucran en la desgracia de los demás no añade nada de valor a tu vida salvo que adquieras sus manerismos en tu personalidad.
Cuando las cosas vayan mal corre a Dios. Digo, un predicador como Jesús a quien la gente lo seguía al desierto a escucharlo debe de tener algo bueno. ¿Quién rayos va a salir de la comodidad de su hogar a seguir a alguien a la incomodidad del desierto para recibir aliento? ¿No crees que te convendría intentarlo? Podrías regresar hasta con un Happy Meal de peces y galletitas, quien sabe. Y no te sientas mal si has agotado todas las alternativas y tu última opción es venir a los pies de Jesús. Te voy a decir un secreto, a Jesús no le importa que lo hayas escogido como tu última alternativa, lo importante es que llegaste a Él y nunca te rechazará. Nunca olvides eso.
¿Atravesando un legendario mal día? No hay problema. La Biblia nos dice en Nehemías 8:10 que "el gozo del Señor es nuestra fuerza". El fruto del espíritu del gozo (Gálatas 5:22) nos protege más allá de lo que la alegría emocional natural nos rinde. Por ejemplo puedes ir a la reunión de la iglesia y salir de ella súmamente alegre y tienes hambre y vas con tu familia a un restaurante cerca. Al ordenarle a la mesera notas que a todo lo que le dices te lleva la contraria y notas a tu esposa apretándote la rodilla por debajo de la mesa pues ya la temperatura te subió. La alegría varía y tambalea ante la circunstancias. Si estás conectado con Dios en un momento así oprimes el botón de pausa por unos segundos y en silencio le preguntas a Dios como Él desea que respondas. De pronto recuerdas una escritura en Proverbios 15:1 "la suave respuesta calma la ira"... cedes al amor y al gozo a pesar del agravio que acabas de recibir y puedes continuar disfrutando con tu familia. El gozo causará que aún le preguntes a la mesera si está bien o algo le pasa y lo que el enemigo intencionó para alterarte la paz y quitarte el gozo se convirtió en una oportunidad de bendecir a un alma en necesidad.
Como he mencionado en los blogs anteriores a todos nos llegan esos días legendarios. Pero si tienes el hábito de pasar tiempo en la Presencia de Dios, como resultado de estar junto a Él, Su gozo te protegerá no importa lo que atravieses. Dice Proverbios 24:10 en la Biblia de las Américas que "Si eres débil en el dia de angustia, tu fuerza es limitada". El gozo de Dios te sostiene en pie y firme ante los asaltos de la vida. Si eres nacido de nuevo es la disposición natural sobrenatural dentro de tu espíritu recreado. Ten en cuenta qu el fruto que esté sin desarrollar en tu vida es el punto dónde el enemigo concentrará su ataque en tu contra. {Si no eres nacido(a) de nuevo lo único que necesitas es invitar a Jesús a tu vida. Tan sencillo como que digas "Jesús creo que eres el Hijo de Dios y que resucitaste de entre los muertos y te recibo por fé en mi corazon" y ya estás en la nómina del cielo. Sin religión, ni exigencias, ni demandas, ni sacrificios, ni esfuerzo propio. Tan fácil como aceptar un paquete de Fedex.} Imagínate la confusión que tendrá un demonio cuando va a darle un reporte al diablo sobre ti:
«A ver, a ver, cuéntame. ¿Qué ha pasado con el muchachito este que te envié a atacar?» dice el diablo. «¿Hiciste todo lo que te pedí?» -«Ssssí, su majestad diabólica. Hicimos que lo despidieran del trabajo, que le negaran las ayudas, le quitamos el carro, el plan médico, se le desconectó la luz y el agua, hicimos que sus amigos lo abandonaran, la esposa lo dejó, pusimos a toda su famila en contra de él, hicimos que el IRS lo investigue, le vaciamos las gomas a la bicicleta que le quedaba, hasta le sugerimos que atentara contra su vida...» «¿Y? ¿Por lo menos perdió la cordura, se volvió loco y está en una institución?» -Eso era lo que pensábamos, pero no sabemos que le pasa a este tipo, parece que mientras más lo atacamos y presionamos más cosquillas le damos porque lo único que hace es reirse a carcajadas y grita "Aleluya" o se pone a adorar a Dios. Debe ser el gozo del Señor, sí, dbe ser eso....» dice el demonio. «¡NOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO!- grita el diablo. ¡Alguien tráigame Excedrin, me acaba de dar migraña!»
¡Comienza a reirte por fe! ¡Comienza a adorar a Dios aunque no lo sientas! ¡Haz un "victory dance" aunque parezca que vas a perder en lo natural! ¡Juega con tus hijos, hazle cosquillas a tu cónyugue! ¡Busca a Dios y su gozo! ¡Ayuda a alguien oprimido a ser libre! Cuando a Jesús le dieron la noticia que su primo Juan fue asesinado se fue a llorar a solas en la montaña. Pero cuando bajó se desquitó del diablo, como si dijera "¡desgraciado! ¿me mataste a mi primo? ¡Ahora voy a desatar a todos estos miles que están aquí oprimidos y atados!" Y en dolor ministró a los que estaban como ovejas sin pastor porque el gozo de Dios fue su fuerza y en el día de angustia Jesús decidió ser fuerte y su fuerza fue ilimitada. ¡Tú tienes pleno acceso a ese Jesús que vive en ti! ¡Libera al León de Judá y su rugido de gozo como Aslan en las Crónicas de Narniaque con su rugido paraliza al enemigo! ¡No estás solo(a)! ¡Él y su gozo habitan en ti! ¡Libera el gozo y torna un día difícil en uno de triunfo y risa aunque parezca absurdo!
Si tienes un par de minutos lee la historia a continuación y decide si te suena familiar. A nuestro personaje le llamaremos Penelope. Cualquier semejanza a la vida real es pura coincidencia...
"Esta mañana la alarma del despertador no sonó. Perpleja y agitada Penelope se levantó y corriendo a toda prisa preparó a los niños para ir a la escuela y obviamente llegaron tarde. La noche anterior ella pensó salir más temprano hoy para ponerle gasolina al auto pues la aguja estaba en la reserva (por debajo de la 'E') y ayer estaba muy agotada para detenerse en la gasolinera y esperar por los indecisos que juegan lotería y atrasan la fila. (A ella no le gusta pagar en la pompa por cautela de los hackers que roban información de las tarjetas de crédito y débito en las máquinas externas.) Con lo que no contaba era que hubo un accidente unas 5 millas más adelante y a causa de la congestión de tránsito su auto se quedó sin gasolina antes de poder llegar a la estación más cercana. Penelope se estaciona en el paseo de emergencia y activa las luces de emergencia. Mientras tanto trata de encontrar su celular en algún lugar del super Walmart que tiene por cartera (así le dice su esposo a la cartera de ella pues tiene cualquier cosa que se pudiera necesitar). Ella necesita llamar a su trabajo y avisarles que llegará tarde y también necesita llamar a la compañía de seguro para asistencia en la carretera. Esta mañana esta súmamente nublado. Finalmente encuentra el celular. La señal está muy débil, apenas una raya...
De repente Penelope se dá cuenta de que aunque conectó el celular para cargar la batería anoche, aparentemente nunca lo enchufó correctamente, pues nunca recargó. Ahora un sonido lúgubre le alerta de que la carga de la batería está muy baja, y apenas tiene un 10% disponible (que le alcanza para unas dos o tres posibles llamadas de 3 minutos cada una). Con ansiedad busca el cargador y realiza que ayer cuando le pidió a su esposo que le pasara la aspiradora al carro éste sacó todos los cargadores y las cosas del dash y se le olvidó ponerlas de vuelta. ¡Horror! Para colmo comenzó a llover torrencialmente y el carro no prende así que no puede encender el acondicionador de aire. Su esposo tenía una presentación a esta hora y le sale el voicemail cuando lo llama. Tambien acaba de recordar que el viernes pasado el supervisor de ella le dijo que si llegaba tarde una vez más sería despido inmediato y mientras piensa en eso le entra una llamada de la escuela para informarle que uno de sus niños está con fiebre y vomitando y que tiene que regresar a buscarlo...es lunes...en ese momento Penelope mira al cielo y en un suspiro clama "¡Jesús necesito ayuda!"
Tratando de respirar profundamente para contrarestar la hiperventilación, susurra "¿Qué está sucediendo Padre mío? Yo no le sirvo a un Dios muerto, yo le sirvo a un Dios vivo. Yo soy la justicia de Dios en Cristo Jesús. Invoco orden sobre todo esto en el nombre de Jesús". De pronto su esposo la llama para decirle que la presentación fue pospuesta para otra fecha y ella le explica lo sucedido y él puede venir a socorrerla donde está varada. Mientras tanto Penelope cobra ánimo para llamar a su trabajo y explicar su predicamento. Su dichoso supervisor no la deja terminar y le indica que no se moleste en llegar allá que está despedida. (En todo esto ella no sabe que Dios está trabajando tras bastidores). Finalmente le puede llenar el tanque de gasolina al auto y recoge a su niño para llevarlo a la oficina del pediatra que hizo espacio para verlo entre citas. Su esposo Coco le prometió recoger los otros chicos cuando salgan de la escuela pues ella quería estar con el nene que no se sentía bien.
De camino a la oficina del médico escuchas en la radio el reporte del tráfico y explican que el tapón de tránsito de esta mañana se debió a un accidente fatal a la hora exacta y en la intersección que ella tomaba hacia su trabajo cada día. Pero todavía ella no logra conectar los puntos en su mente de cómo Dios la está protegiendo de calamidades pues el día ha sido uno legendario. Su pediatra ve al niño y le receta antibióticos para tratar una infección y otros síntomas que ella prefiere no confesar en voz alta. Mientras espera en la farmacia por las recetas y le pasa los dedos en el cabello a su hijito que se siente mal, una extraña le pregunta '¿usted es cristiana?' a lo que con reservas Penelope le contesta -Ssí-... '¿Podría orar por mí por favor? Y allí le contó toda su historia por los 45 minutos que tomó preparar las recetas. Luego que oraron, intercambiaron números de teléfonos, se abrazaron y sintieron ambas el consuelo de Dios y se despidieron. No se dió cuenta que hoy no tuvo problemas con las medicinas que retrasaran el acceso a estas ni hubo necesidad de llamar al doctor para autorizaciones adicionales. Ella aún está cargada con todo lo acontecido.
Ya en el auto y luego de darle el antibiótico al nene entran un momento al supermercado a comprar unas salsas para la lasagna que prometió cocinarles a su familia esta noche. Allí encontrá unas hermanas de la iglesia pero no se setuvo a hablar mucho hoy. Hace la línea para pagar y le toca el cajero que es nuevo y que se le enreda cada transacción que hace. "Aleluya, ¿se podrá poner peor este día?" piensa para sí. Pero mantiene la compostura porque hay hermanos de la iglesia presentes. Luego de 15 minutos termina de pagar y llegando a su auto la bolsa plástica con los envases de cristal de salsa de spaguetti se rompe y se estrellan en el suelo. Hay salsa por donde quiera. Parece una escena de crimen. A este punto penelope lanza una carcajada, '¡no puede ser!" Y regresa al supermercado a comprarlas otra vez.
Al llegar a la casa su esposo la recibe con abrazos y besos y llorando y alabando a Dios. Ella está atónita. '¿Qué pasó?' pregunta ella. En ese momento su esposo le muestra las noticias del televisor en vivo. En el lugar de donde la despidieron esta mañana entró una ex-empleado perturbado mentalmente y luego de tener como rehenes a los empleados por las últimas dos horas le disparó a varios supervisores incluyendo a quién la despidió hoy temprano, y hay varios muertos y heridos de gravedad y la policía tuvo que eliminar al individuo.
Penelope cae en tiempo ahora y entiende que lo que parecía un día catastrófico y de adversidad continua una tras otra, era Dios preservando su vida minuto a minuto consistente y constantemente durante todas estas horas desde esta mañana. Pudo darse cuenta de que el 'adjustment bureau' de Dios estuvo retrasándole para protegerla y aún poder ser de ayuda a otros a pesar de las circunstancias. En ese momento se sentó en el sofá, abrazó a su familia y llorando de agradecimiento adoró a Dios por su inmenso amor en lo que ella había categorizado como un día horrible, terrible, malo, que no sirvió para nada. Su esposo cocinó para ella y le alquiló la película "Alexander and the Horrible, Terrible, Not Good, Very Bad Day" para hacerla reir."
Dios siempre está alerta a cada detalle de nuestras vidas al minuto exacto y preciso simplemente porque nos ama. Muchas veces ni siquiera nos enteramos de qué cosas nos libró durante nuestro día, tal y como a veces nuestros hijos no se enteran de las peripecias que como padres hacemos por protegerles y proveer para ellos. No pienses que Dios te dejó si atraviesas un día malo. Vélo como que estás en entrenamiento. No te rindas. El no se dá por vencido en su amor por ti.