Continuamos compartiendo el tema anterior sobre esos días que parecen malos.
Un mito que muchos tienen, y aún gran parte de los cristianos, es esa expectativa sin fundamento bíblico, de que Dios actúa en nuestras vidas como si fuera el genio de la lámpara de Aladino. En otras palabras, no cooperamos con Jesús, teniendo cierta noción de que si Él está con nosotros, por nosotros y en nosotros, no habrá problemas que enfrentar, ajustes que corregir, y que todo será color de rosa, sin esfuerzo alguno de nuestra parte.
En el capítulo 39 de Génesis, en el verso 2, José está enfrentando uno de los días más malos, horribles, terribles, e increíble que jamás hubiera imaginado. En un sólo instante perdió a su familia, sus ropas, y su libertad. Desnudo y expuesto públicamente en el mercado de esclavos, aún tratando de convencerse a sí mismo de que es sólo un mal sueño del que no ha despertado, enfrenta la cruda realidad de que sí le está ocurriendo en vivo y a todo color. Lo interesante es que desnudo como estaba, sin dinero, sin poseer camellos, sin la túnica de colores, sin título ni posición, simplemente un esclavo a la venta en una subasta pública, la biblia en la versión Ampliada inglés lo describe de la siguiente manera:
"Pero el Señor estaba con José ,y él [aunque esclavo] era un hombre exitoso y próspero; y estaba en la casa de su amo el egipcio." (Génesis 39:2 Biblia Ampliada (Amplified Bible)
Quien está contigo en el día malo hace toda la diferencia. Dios no se ha tomado unas vacaciones de tu vida, cuando las cosas se complican y no obtenemos los resultados que esperábamos, como le pasó a José. O cuando a Job la gente tuvo que hacer turno para darle malas noticias en un mismo día. Jesús enfrentó su Getsemaní y el día más malo que humano alguno haya atravesado. ¿Te imaginas lo que es hacer el bien toda tu vida y de repente ser traicionado por tu mejor amigo, arrestado, tener un juicio ilegal de madrugada, torturado, escupido,tener sentencia de muerte el mismo día, y recibir toda la ira de que Dios pudiese haber guardado contra la humanidad sobre Él? ¿Luego tener que bajar al infierno como el más vil pecador a enfrentar la tortura de los demonios que hicieron fiesta con Él una vez arrastrado allí? Si aún no has sudado sangre con lo que estás enfrentando considera que no están tan mal las cosas.
Volviendo al comentario incial, muchas veces cuando le pedimos algo a Dios en oración, la forma en que nos contesta es poniéndonos en un curso de acción en lo que todo a nuestro alrededor parece que es caos y no nos queda otra opción que sintonizarnos con el Padre. A causa de todas esas presiones que vienen como consecuencia de obedecer Su Palabra, nuestros sentidos espirituales son ejercitados tal y como se flexionan los músculos en un gimnasio. Ten en cuenta siempre que Dios está por ti, nunca en contra tuya, y ningún mal viene de Él, pero sí considera que Él puede usar esas situaciones a favor tuyo para crear resistencia y firmeza en tu fé.
Te doy un ejemplo muy personal. Hace 7 meses atrás le pedí a Dios una promoción. ¿Resultado? La compañía para la que trabajaba me dió cesantía (lay off). ¿Por qué? Fui yo quién pidió incremento en mi vida. Se me colocó en un curso de acción; no era lo que tenía en mente, pero lo vi en esta ocasión como una oportunidad para crecer. En momentos como éstos descubres quiénes están verdaderamente contigo cuando las cosas van mal como no tener el sustento diario para tu familia, te cortan la luz, te vienen a dar la nota de la corte de que te tienes que ir de tu casa porque te atrasaste en los pagos, te vienen a reposeer tu auto, te desconectan la internet, no hay dinero de desempleo para ti, te desconectan el teléfono, vas a entrevistas de empleo pero eligen a otro y no a ti, esperas lo poquito de reembolso de impuestos para poder respirar y a todos los demás les llega en el día y tiempo esperado menos a ti...(De hecho gracias a Javier por su fidelidad en mis desiertos y obviamente a mi esposa Aisha y mi hija mayor Andrea que han estado ahí para apoyarme siempre). Eres bendecido por Dios pero los resultados no suenan a bendición, más bien parece lo opuesto. No te pongas ansioso. Dios no es bipolar. Si Él nos bendijo, no nos maldice. Si alguna vez hubiese querido maldecirnos, ya puso todo eso sobre Jesús en la cruz y el castigo fue pagado. Es una obra terminada de Jesús cargar y anular la maldición para que nosotros pudiéramos tener mejores días por delante. En medio de la situación que enfrento he decidido poner mi mirada en Jesús, sequir escribiendo este blog para bendecir a otros, y continuar los proyectos y libros que espero sean publicados en los próximos meses. Si nadie me quiere dar trabajo, ellos se lo pierden, mientras tanto uso los talentos que Dios me ha dado y eventualmente podré bendecir y aún contratar a otros aún cuando en lo natural las cosas no se ven como yo lo desearía. Quizás Dios vió mi promoción como mi oportunidad de volar más alto hacia la excelencia en lugar de continuar enriqueciendo a otro.
Estás cargado y quizás necesitas hablar con un líder de tu congregación hazlo, hay días que necesitamos ayuda. Jesús tuvo que aceptar ayuda de Simón de Cirene para cargar la cruz en su momento de debilidad física, que acto de humildad. Si hubiera sido uno de los líderes que vemos actualmente le hubiera dicho a Jesús en ese momento: "¿No haz estado diezmando verdad? Por eso es que te está pasando lo que te está pasando, estás en maldición"... Es lamentable que encima de lo que estés atravesando un ministro del evangelio manipule tus emociones con miedo de que si no diezmas ni ofrendas estás en maldición y por eso te ocurren ciertas cosas. Como si Dios fuera la mafia de las películas de gangsters que si un comerciante no le paga el porcentaje a tiempo mañana su establecimiento habrá sido devorado por un siniestro fuego. Damos por amor a lo bueno que Él ha sido con nosotros, no por obligación o condenación de alguien que tiene miedo a perder finanzas en su ministerio si no te pone presión para que des. No tenemos que comprar su favor. Vuelvo y te digo, ya Jesús pagó el precio de cualquier coraje que Dios hubiese tenido contra la humanidad y el sacrificio fue perfecto y Él se sentó (Hebreos 10:14). Si Él nos bendijo en lugares celestiales con toda bendición espiritual de acuerdo al 1er capítulo de Efesios, y nos adoptó como hijos, es imposible que por no diezmar o cualquier otra cosa Él nos maldiga. ¿En serio? Sí. Dios no es bipolar o esquizofrénico, te bendice por la mañana y te maldice por la tarde. ¿Podría alguien rastrear hasta su origen si la causa de todo lo que Pablo atravesó fue porque no pudo diezmar en algún momento? La gracia de Dios es suficiente. No me malinterpreten, creo en diezmar y ofrendar, pero de un corazón agradecido profundamente hacia Dios, no por manipulación ni obligación. Cuando pequeños nuestros padres nos instruyeron a mirar para ambos lados antes de cruzar una avenida muy transitada por autos y si no obedecíamos posiblemente recibíamos un buen castigo o una buena nalgada o correazo. Cuando llegamos a adultos ya no tenemos ese miedo de que nuestros padres nos castiguen físicamente, pero te pregunto, como quiera, ¿te beneficia mirar para ambos lados antes de cruzar una avenida transitada, sí o no? Elimina el temor al castigo, ya Jesús pagó el precio, lo que hagas hazlo de amor.
Tiempos buenos y malos nos vienen a todos de acuerdo a Eclesiastés. La actitud que tomamos determinará mucho de como asimilamos la experiencia para nuestra ventaja en el futuro. No hay nada como la experiencia ganada al final de un examen de esta índole. En Efesios 6 dice que permanezcamos firmes cuando venga el día malo.Es irónico que se refiere a este día malo en singular. Pudiéramos inferir que un mal día viene para que valorizemos mucho más los días buenos que a veces pasamos por alto. Si sabes que en tu esquina está el Padre, el Hijo, el Espíritu Santo, el Dios Todopoderoso, y que Jesús ya pagó la victoria, vas a mantener la victoria. La verdadera lucha espiritual en un día malo es tú manteniendo lo que Jesús ya obtuvo. Ya el ganó la pelea. Y nosotros luchamos desde una posicion de victoria, no luchando por algo. No somos los "enfermos" tratando de ser "sanados"; somos los "sanados" protegiendo nuestra salud de la enfermedad. No estamos en "bancarrota o quiebra" tratando de prosperar. Somos los "prósperos" defendiendo nuestra prosperidad de la escasez y pobreza que vienen contra nuestra prosperidad.
¿Días malos? ¿Horribles? ¿No buenos? Todos los tenemos y si me preguntas a mí tengo casi un doctorado en ellos y bastantes canas para confirmarlos. Pero mayor es Él que está en mí que las circunstancias indeseables que pudiera enfrentar. Además, ¿cómo vas a verificar si el que está en ti es mayor si el que está en el mundo no viene a desafiarte con problemas y obstáculos? ¿No crees? Las cosas pudieran ponerse un poquito peor antes de que mejoren pero pon tu mirada en Jesús, Si el pasó dificultades fue para enseñarnos como manejar esas adversidades. Y cuando las cosas estén tardándose un poco más de lo que esperabas háblate a ti mismo y dí en voz alta: ¡Yo soy la justicia de Dios por fé! Tengo derecho a tener lo que la Palabra de Dios dice que tengo derecho a tener y ¡no toleraré nada que no esté en acuerdo con mi acta de derechos! (Y si aún parece tardarse) "¡Debo estar en entrenamiento pero aún soy la justicia de Dios!" ¡Su gracia es suficiente para mí!
Un mito que muchos tienen, y aún gran parte de los cristianos, es esa expectativa sin fundamento bíblico, de que Dios actúa en nuestras vidas como si fuera el genio de la lámpara de Aladino. En otras palabras, no cooperamos con Jesús, teniendo cierta noción de que si Él está con nosotros, por nosotros y en nosotros, no habrá problemas que enfrentar, ajustes que corregir, y que todo será color de rosa, sin esfuerzo alguno de nuestra parte.
En el capítulo 39 de Génesis, en el verso 2, José está enfrentando uno de los días más malos, horribles, terribles, e increíble que jamás hubiera imaginado. En un sólo instante perdió a su familia, sus ropas, y su libertad. Desnudo y expuesto públicamente en el mercado de esclavos, aún tratando de convencerse a sí mismo de que es sólo un mal sueño del que no ha despertado, enfrenta la cruda realidad de que sí le está ocurriendo en vivo y a todo color. Lo interesante es que desnudo como estaba, sin dinero, sin poseer camellos, sin la túnica de colores, sin título ni posición, simplemente un esclavo a la venta en una subasta pública, la biblia en la versión Ampliada inglés lo describe de la siguiente manera:
"Pero el Señor estaba con José ,y él [aunque esclavo] era un hombre exitoso y próspero; y estaba en la casa de su amo el egipcio." (Génesis 39:2 Biblia Ampliada (Amplified Bible)
Quien está contigo en el día malo hace toda la diferencia. Dios no se ha tomado unas vacaciones de tu vida, cuando las cosas se complican y no obtenemos los resultados que esperábamos, como le pasó a José. O cuando a Job la gente tuvo que hacer turno para darle malas noticias en un mismo día. Jesús enfrentó su Getsemaní y el día más malo que humano alguno haya atravesado. ¿Te imaginas lo que es hacer el bien toda tu vida y de repente ser traicionado por tu mejor amigo, arrestado, tener un juicio ilegal de madrugada, torturado, escupido,tener sentencia de muerte el mismo día, y recibir toda la ira de que Dios pudiese haber guardado contra la humanidad sobre Él? ¿Luego tener que bajar al infierno como el más vil pecador a enfrentar la tortura de los demonios que hicieron fiesta con Él una vez arrastrado allí? Si aún no has sudado sangre con lo que estás enfrentando considera que no están tan mal las cosas.
Volviendo al comentario incial, muchas veces cuando le pedimos algo a Dios en oración, la forma en que nos contesta es poniéndonos en un curso de acción en lo que todo a nuestro alrededor parece que es caos y no nos queda otra opción que sintonizarnos con el Padre. A causa de todas esas presiones que vienen como consecuencia de obedecer Su Palabra, nuestros sentidos espirituales son ejercitados tal y como se flexionan los músculos en un gimnasio. Ten en cuenta siempre que Dios está por ti, nunca en contra tuya, y ningún mal viene de Él, pero sí considera que Él puede usar esas situaciones a favor tuyo para crear resistencia y firmeza en tu fé.
Te doy un ejemplo muy personal. Hace 7 meses atrás le pedí a Dios una promoción. ¿Resultado? La compañía para la que trabajaba me dió cesantía (lay off). ¿Por qué? Fui yo quién pidió incremento en mi vida. Se me colocó en un curso de acción; no era lo que tenía en mente, pero lo vi en esta ocasión como una oportunidad para crecer. En momentos como éstos descubres quiénes están verdaderamente contigo cuando las cosas van mal como no tener el sustento diario para tu familia, te cortan la luz, te vienen a dar la nota de la corte de que te tienes que ir de tu casa porque te atrasaste en los pagos, te vienen a reposeer tu auto, te desconectan la internet, no hay dinero de desempleo para ti, te desconectan el teléfono, vas a entrevistas de empleo pero eligen a otro y no a ti, esperas lo poquito de reembolso de impuestos para poder respirar y a todos los demás les llega en el día y tiempo esperado menos a ti...(De hecho gracias a Javier por su fidelidad en mis desiertos y obviamente a mi esposa Aisha y mi hija mayor Andrea que han estado ahí para apoyarme siempre). Eres bendecido por Dios pero los resultados no suenan a bendición, más bien parece lo opuesto. No te pongas ansioso. Dios no es bipolar. Si Él nos bendijo, no nos maldice. Si alguna vez hubiese querido maldecirnos, ya puso todo eso sobre Jesús en la cruz y el castigo fue pagado. Es una obra terminada de Jesús cargar y anular la maldición para que nosotros pudiéramos tener mejores días por delante. En medio de la situación que enfrento he decidido poner mi mirada en Jesús, sequir escribiendo este blog para bendecir a otros, y continuar los proyectos y libros que espero sean publicados en los próximos meses. Si nadie me quiere dar trabajo, ellos se lo pierden, mientras tanto uso los talentos que Dios me ha dado y eventualmente podré bendecir y aún contratar a otros aún cuando en lo natural las cosas no se ven como yo lo desearía. Quizás Dios vió mi promoción como mi oportunidad de volar más alto hacia la excelencia en lugar de continuar enriqueciendo a otro.
Estás cargado y quizás necesitas hablar con un líder de tu congregación hazlo, hay días que necesitamos ayuda. Jesús tuvo que aceptar ayuda de Simón de Cirene para cargar la cruz en su momento de debilidad física, que acto de humildad. Si hubiera sido uno de los líderes que vemos actualmente le hubiera dicho a Jesús en ese momento: "¿No haz estado diezmando verdad? Por eso es que te está pasando lo que te está pasando, estás en maldición"... Es lamentable que encima de lo que estés atravesando un ministro del evangelio manipule tus emociones con miedo de que si no diezmas ni ofrendas estás en maldición y por eso te ocurren ciertas cosas. Como si Dios fuera la mafia de las películas de gangsters que si un comerciante no le paga el porcentaje a tiempo mañana su establecimiento habrá sido devorado por un siniestro fuego. Damos por amor a lo bueno que Él ha sido con nosotros, no por obligación o condenación de alguien que tiene miedo a perder finanzas en su ministerio si no te pone presión para que des. No tenemos que comprar su favor. Vuelvo y te digo, ya Jesús pagó el precio de cualquier coraje que Dios hubiese tenido contra la humanidad y el sacrificio fue perfecto y Él se sentó (Hebreos 10:14). Si Él nos bendijo en lugares celestiales con toda bendición espiritual de acuerdo al 1er capítulo de Efesios, y nos adoptó como hijos, es imposible que por no diezmar o cualquier otra cosa Él nos maldiga. ¿En serio? Sí. Dios no es bipolar o esquizofrénico, te bendice por la mañana y te maldice por la tarde. ¿Podría alguien rastrear hasta su origen si la causa de todo lo que Pablo atravesó fue porque no pudo diezmar en algún momento? La gracia de Dios es suficiente. No me malinterpreten, creo en diezmar y ofrendar, pero de un corazón agradecido profundamente hacia Dios, no por manipulación ni obligación. Cuando pequeños nuestros padres nos instruyeron a mirar para ambos lados antes de cruzar una avenida muy transitada por autos y si no obedecíamos posiblemente recibíamos un buen castigo o una buena nalgada o correazo. Cuando llegamos a adultos ya no tenemos ese miedo de que nuestros padres nos castiguen físicamente, pero te pregunto, como quiera, ¿te beneficia mirar para ambos lados antes de cruzar una avenida transitada, sí o no? Elimina el temor al castigo, ya Jesús pagó el precio, lo que hagas hazlo de amor.
Tiempos buenos y malos nos vienen a todos de acuerdo a Eclesiastés. La actitud que tomamos determinará mucho de como asimilamos la experiencia para nuestra ventaja en el futuro. No hay nada como la experiencia ganada al final de un examen de esta índole. En Efesios 6 dice que permanezcamos firmes cuando venga el día malo.Es irónico que se refiere a este día malo en singular. Pudiéramos inferir que un mal día viene para que valorizemos mucho más los días buenos que a veces pasamos por alto. Si sabes que en tu esquina está el Padre, el Hijo, el Espíritu Santo, el Dios Todopoderoso, y que Jesús ya pagó la victoria, vas a mantener la victoria. La verdadera lucha espiritual en un día malo es tú manteniendo lo que Jesús ya obtuvo. Ya el ganó la pelea. Y nosotros luchamos desde una posicion de victoria, no luchando por algo. No somos los "enfermos" tratando de ser "sanados"; somos los "sanados" protegiendo nuestra salud de la enfermedad. No estamos en "bancarrota o quiebra" tratando de prosperar. Somos los "prósperos" defendiendo nuestra prosperidad de la escasez y pobreza que vienen contra nuestra prosperidad.
¿Días malos? ¿Horribles? ¿No buenos? Todos los tenemos y si me preguntas a mí tengo casi un doctorado en ellos y bastantes canas para confirmarlos. Pero mayor es Él que está en mí que las circunstancias indeseables que pudiera enfrentar. Además, ¿cómo vas a verificar si el que está en ti es mayor si el que está en el mundo no viene a desafiarte con problemas y obstáculos? ¿No crees? Las cosas pudieran ponerse un poquito peor antes de que mejoren pero pon tu mirada en Jesús, Si el pasó dificultades fue para enseñarnos como manejar esas adversidades. Y cuando las cosas estén tardándose un poco más de lo que esperabas háblate a ti mismo y dí en voz alta: ¡Yo soy la justicia de Dios por fé! Tengo derecho a tener lo que la Palabra de Dios dice que tengo derecho a tener y ¡no toleraré nada que no esté en acuerdo con mi acta de derechos! (Y si aún parece tardarse) "¡Debo estar en entrenamiento pero aún soy la justicia de Dios!" ¡Su gracia es suficiente para mí!